jueves, 4 de noviembre de 2010

A mi [mí] álter ego.

Hola, mí mismo, hoy me veo en la necesidad de escribirte, porque sabes, he extrañado esas pláticas que teníamos, sí, ésas en las que yo te contaba mis pensamientos y tú me compartías tus sentimientos. ¿Recuerdas?En fin, hoy quiero contarte una nueva historia y está comienza así:Hace ya algún tiempo desde que yo prometí que iniciaría una espera por ella, una espera que no sería muy larga, pues le sería muy fácil encontrarme... veo que no es así.Ni tan efímera será la espera que hoy emprendo, pues yo busco esperarla, quererla, tenerla, besarla, abrazarla y, con el paso del tiempo [¿por qué no?], amarla.Pero no sé, yo, es todo muy complicado. Pienso esperarla bajo los árboles, justo en estas fechas cuando las hojas caen y el viento es tan abundante y frío. No importa, yo, lo resistiré en espera suya.La ventizca que mueve las hojas y me besa la cara, me inspira a escribir fantásticas historias, tan fantásticas como la que hoy te cuento a ti [¿mí?], yo.Creo que ella no llega porque se ha perdido en los enredados caminos que este parque tiene. No pierdo la esperanza, seguro algo externo la ha retrasado. Y es que no sabes, yo, cuánto me fascina estar con ella y es que no te has enterado, yo, lo mucho que me llena la mínima, la remota posibilidad de estar nuevamente frente a frente, a solas, ella y yo [¿Nosotros?].No sabes lo importante que es ella para mí [¿o Nosotros? No lo sé, yo].Hoy estoy fuera de mí [¿Nosotros?] porque nunca me creí capaz de iniciar una espera similar a esta y por razones similares a éstas. Es raro, mí mismo, mientras más la pienso, más remota veo la posibilidad de que logre encontrarme y es que no estoy precisamente a la vista, más bien podría decirse que estoy [¿estamos?] escondido(s), pero tengo la teoría [quizá la certeza] de que si le importo, me encontrará. Sí, ya lo sé, parece loca la idea, he pensado también en que se hartará de buscarme, pero lo dudo, pues como yo no me harto de esperarla, dudo que se harte de buscarme. Hoy prometí no abrir los ojos hasta que fuera indispensable, hasta sentir su mano sobre mi hombro pidiéndome que andemos juntos por este hermoso lugar. Sí, abrir los ojos hasta que llegue ese anhelado momento por el cual espero.Mientras tanto, sólo me queda sentir el viento, las hojas y, a veces, la lluvia acariciar mi cara.Y es que hoy lucho por llenar mis [¿Nuestros?] pulmones en este ¿bosque? Y es que hoy, yo, sí, hoy, inicio esa espera que antes mencioné, esa espera que creo no será tan corta. Sólo espero tener la paciencia para no hartarme [¿hartarnos?], no aburrirme [aburrirnos?], no desilusionarme [¿desilusionarnos?], no darme [¿darnos?] cuenta de que ella no vendrá, de que mi [¿Nuestra?] espera es en vano, yo. Si de alguna manera te enteras, te pido de la manera más atenta que no me lo comuniques, que no me [¿Nos?] hagas saber, no quiero [¿queremos?] enterarme [¿enterarnos?], mí mismo, te [¿me?] suplico que me [¿Nos?] dejes vivir en mi [¿Nuestro?] fantástico mundo, engañado(s), quizá, pero feliz [¿felices?]... siempre con los ojos cerrados...

No lo sé, álter ego, sigo preguntándomelo... ¿tú?, ¿yo?, ¿ambos?...


Sigo esperándote desde que dijiste que venías y no me canso.

jueves, 8 de julio de 2010

Existo

En esta ocasión postaré algo que no es mío, pero me ha fascinado:

Abro mis ojos. Primeros rayos del amanecer en mi ventana.
Frio.Pereza.Arriba que es un nuevo dia, y ya comienza.
Agua helada cayendo sobre mi cabeza, mi espalda, baja hasta mis piernas.
Despiertan mis sentidos.Siento el agua, y como hace que mi ser vibre.
Pienso.Frio de nuevo.Lluvia.Agua del cielo.Tierra humeda.Olor a tormenta.
Exquisita vegetacion humeda.Vegetacion.Arboles.Bosque.Lluvia en el bosque.
Un abrazo eterno.Un cafe.Soledad...

Te miro, me miras.Te acercas.Esos ojos.Esa mirada...
Me abrazas.Te siento y tu a mi.
Escuchas.Talvez no entiendas.Pero te importo.
Me besas.Te beso.Vibro.Siento.Respiro.
Tu boca sobre la mia.Unico.Vivo.Quiero.
Existo... y luego ya no...

 

By: =kiiMer=   

Te quiero mucho, mi niña.

sábado, 3 de julio de 2010

Una fugaz sonrisa

Ayer, mientras estaba a punto de dormir (2:30 A.M.) , atravesó por mi cara una fugaz sonrisa, una sonrisa verdadera, mientras trataba de explicarme el por qué de este extraño hecho, me puse a escribir unas pequeñas líneas que compartiré con ustedes más adelante... cuando les dé forma. Lo que quiero rescatar de esto es el hecho de que ¡Me volví loco! ¡Escribiendo a esas horas! ¿¡Quién hace eso!?.

Mientras escribía llegué a la conclusión de que esa sonrisa tal vez sólo fue que necesitaba una sonrisa, una verdadera sonrisa, no como las que he utilizado últimamente, un poco de felicidad,  y mi cuerpo logró adaptarse, logró crear una "pequeña luz", ésa que tanto necesitaba para "salir adelante", pero pasó todo muy pronto, llegó y casi al momento se fue. 

Después de terminar con esas cuantas líneas, me dispuse a dormir, pero pensé: "Un poco de música no me hará mal", entonces comencé a escuchar "Olvídela, compa", fue entonces cuando me dí cuenta de que esa canción me hacía recordarte y también me permitió entender el por qué de esa fugaz sonrisa... Espero lo leas, recuerdes y entiendas, al igual que yo, el por qué de mi fugaz sonrisa.

viernes, 2 de julio de 2010

Razones...

Razones...

"¿Por qué?", te preguntarás, porque tú dices: "Algo más fresa", mientras un "No" de mi parte, se ahoga y
terminamos cantándole y contándole al mundo cuán caro es el vicio del amor.
¿Por qué? Porque Bunbury no se hace esperar y, acompañado de un trompetista enviado directamente por Dios
desde su orquesta celestial (¡já!) interpreta ese dulce vals, que, tú y yo, interpretamos al unísono y yo te
prometo que, mientras tú no quieras, ese vals, pequeña amiga, no acabará... que, mientras esté contigo...
no te permité flaquear... no flaquearás.
¿Por qué? Simplemente porque de un momento a otro, nos ponemos decadentes y al tiempo nos damos cuenta de que
"El tiempo es hoy, mañana fue".
¿Por qué? Porque ansío "El Diablo" y tú, con una expresión casi irreverente, me dices que todavía no, pero qué más da, si somos amigos.
Todo esto sin olvidar ese "Qué tal ¿No bailas? Claro, otro día" y después de una espera no muy larga, comienza
El Baile, y lo disfrutamos, en ese momento decides acostarte sobre mi pecho y entristecer, yo, decido animarte.
¿Escuchas esos latidos? Como tú me decías para animarme, late cuando la veo, ¡No estoy vacío!
Y permíteme decirte que no, no es a ti a quien miro, no dejo de pensarla, de recordarla, pero quiero que sepas
(si te sirve de algo) que tampoco es por ella, sólo soy yo, yo junto con mis pensamientos y te lo digo, nada mío será
suyo, en tanto ella no lo quiera, yo lo ofrezco, no puedo hacer más...
Permíteme decirte que en mí encontrarás el abrazo protector que anhelas, que mi mano estará por siempre
apoyándote, animándote, ayudándote a levantarte, tal como hice ese jueves, que hoy, parece lejano... tal como tú hiciste conmigo...
que ante mí, no te derrumbarás, nunca te derrumbarás mientras esté apoyándote...
Y ahora te preguntarás: "Y todo esto ¿Por qué?" y es entonces cuando te responderé: "Todas estas razones son sólo
porque... porque... porque te quiero..."

Mientras tanto...

Mientras tanto...

Mientras la lluvia siga derramándose a sus pies, él no dejará de pensarte, será, tal vez, sólo tal vez, que aún no ha logrado olvidarte. Aunque quizás deba resignarse, pues es imposible que lo suyo regrese, perdió la esperanza, eso no volverá...
Se preoupa, pues cada acción le hace recordarte, cosas tan cotidianas como beber un café... caminar solo por la calle... alguna que otra canción... es imposible, quizá, sea sólo que él no quiere olvidarte, aferrándose, neciamente, a tenerte viva en su recuerdo... tenerte siempre en su pensamiento...

Mientras la lluvia cae, él, piensa y piensa, pues no hay más que hacer con tal sentimiento, sólo
pensarte y pensarte... Mientras camina errante por la calle, él te piensa... Mientras se bebe una buena taza de café, él, casi involuntariamente, piensa en ti... teniendo ganas de nada y de estar con Lunita para que le aconseje y consuele, aunque él sabe perfectamente qué hacer, no quiere hacerlo, él no quiere dejar de pensarte, es lo único que conserva, no quiere perder más... no puede más.
Porque retomar algo de la nada le parece inverosímil, porque hay días en los que quiere escapar a ningún sitio y no, no puede, le es simplemente imposible, imposible para él... para quien creía que con sólo pedírselo a alguno de sus amigos lo obtendría, para él, un chico enamoradizo que se dejó llevar, arrastrar tan fácilmente a este lugar, en el cual, ahora, está atorado, donde no puede ser libre, donde está en un dilema: dejarse caer o no permitirse flaquear, tal vez todo sería más fácil si él hubiese caído completamente, pues siempre habría una mano amiga que le ayudaría a levantarse, el asunto es, mi querida amiga, que él se debate entre la caída, que al parecer es inminente, y el seguir erguido, el seguir en alto. En tanto esto continúe, él no podrá seguir avanzando, condenado a seguir debatiéndose entre el exterior y su amplio interior y entonces, quedará, por algún tiempo fuera del alcance de esa mano amiga que prometió siempre estar ahí para ayudarle.
Y, seguramente, en estos momentos tú piensas: "Pues, simplemente, déjate caer", pues déjame decirte, amiga mía, que no es tan fácil, es todo un proceso y él habrá de "ingeniar" una forma con la cual reconstruir su mundo, con la cual pueda mirar alrededor y pensar: "¡Wow! Esto es mi mundo, aquí puedo hacer lo que me venga en gana, estar solo, estar con quien quiero..." y el día que él logre eso... ese día... él habrá conseguido escapar... habrá alcanzado su más grande anhelo; poder volar tan lejos como él quiera... poder volar tan lejos como él pueda... poder volar tan lejos, hasta donde su libertad llega...

Mientras todo esto, hipotéticamente, acontece, él decidió escapar del caótico interior de su mundo, y tal como un refugiado de guerra, se fue a vivir a otro lugar; al interior de sus pensamientos, todo esto porque "He is still in love with you" y... Mientras las gotas de lluvia se derramen sobre él... mientras él beba una taza de café... mientras camine él solo por la calle... mientras él no olvide un solo detalle... tú, tú, querida amiga mía, tú vivirás ahí...


Todo terminó... tan pronto como empezó... "An ending that fits with the start"...