viernes, 2 de julio de 2010

Razones...

Razones...

"¿Por qué?", te preguntarás, porque tú dices: "Algo más fresa", mientras un "No" de mi parte, se ahoga y
terminamos cantándole y contándole al mundo cuán caro es el vicio del amor.
¿Por qué? Porque Bunbury no se hace esperar y, acompañado de un trompetista enviado directamente por Dios
desde su orquesta celestial (¡já!) interpreta ese dulce vals, que, tú y yo, interpretamos al unísono y yo te
prometo que, mientras tú no quieras, ese vals, pequeña amiga, no acabará... que, mientras esté contigo...
no te permité flaquear... no flaquearás.
¿Por qué? Simplemente porque de un momento a otro, nos ponemos decadentes y al tiempo nos damos cuenta de que
"El tiempo es hoy, mañana fue".
¿Por qué? Porque ansío "El Diablo" y tú, con una expresión casi irreverente, me dices que todavía no, pero qué más da, si somos amigos.
Todo esto sin olvidar ese "Qué tal ¿No bailas? Claro, otro día" y después de una espera no muy larga, comienza
El Baile, y lo disfrutamos, en ese momento decides acostarte sobre mi pecho y entristecer, yo, decido animarte.
¿Escuchas esos latidos? Como tú me decías para animarme, late cuando la veo, ¡No estoy vacío!
Y permíteme decirte que no, no es a ti a quien miro, no dejo de pensarla, de recordarla, pero quiero que sepas
(si te sirve de algo) que tampoco es por ella, sólo soy yo, yo junto con mis pensamientos y te lo digo, nada mío será
suyo, en tanto ella no lo quiera, yo lo ofrezco, no puedo hacer más...
Permíteme decirte que en mí encontrarás el abrazo protector que anhelas, que mi mano estará por siempre
apoyándote, animándote, ayudándote a levantarte, tal como hice ese jueves, que hoy, parece lejano... tal como tú hiciste conmigo...
que ante mí, no te derrumbarás, nunca te derrumbarás mientras esté apoyándote...
Y ahora te preguntarás: "Y todo esto ¿Por qué?" y es entonces cuando te responderé: "Todas estas razones son sólo
porque... porque... porque te quiero..."

1 comentario:

  1. Su mano tendrá siempre la fuerza para corresponder a la tuya.
    Cada noche de música lejana, de lluvia cercana y de pensamientos del limbo.
    Cada momento, ella te corresponderá como si fuese el último...
    Sólo para reafirmar, que nunca te dejará caer.
    Nunca sólo, y si lo hacen juntos, te curará.
    Por la misma razón.

    ResponderEliminar